Me falta un buen título para la película, pero me imagino escenas del trailer : brahmanes enfrentándose a colonos ingleses en la India; fundido en negro; la Reina Victoria de Inglaterra preguntando indignada «¿Cómo es que no podemos civilizar a esos salvajes?»; un hombre apuesto y distinguido, con pobladas patillas, responde: «Ni con todos vuestros ejércitos conseguiréis destruir sus ritos y creencias; están demasiado arraigados en sus mitos y su lengua ritual». «¿Qué sugiere usted que hagamos, entonces?» le espeta la Reina. Breve silencio con la mirada sostenida; el hombre dice serenamente: «Aprender sus mitos y su lengua ritual.» El mismo hombre, con pelo encanecido pero sin perder nada de su porte, está subido en un estrado recibiendo una larga ovación de la alta sociedad inglesa. Mientras suenan los aplausos se superponen varias imágenes: un clérigo que grita «¡Es un blasfemo, un cruzado en contra de Dios y de Cristo!»; «¡Un traidor extranjero!» dice otro hombre condecorado...
No se puede culpar a los niños que piensan que las clases de gramática son una estupidez. Como poco, tienen argumentos razonables para considerar que son un esnobismo. Al fin y al cabo esos niños han aprendido a hablar perfectamente sin necesidad de estudiar de antemano un montón de reglas que, encima, están plagadas de excepciones absurdas. Si además están estudiando más de un idioma se encontrarán con disparates como que el gerundio sirve para cosas distintas en cada lengua, y cosas así. Padres y maestros intentarán motivarles argumentando que así entenderán por qué se habla como se habla, y aprenderán a hacerlo bien, sin cometer los fallos habituales. Esta última parte, sin embargo, solo será convincente en la medida que el niño no se cuestione esa visión prescriptivista de que si habla de un modo distinto al de la mayoría, estarán hablando «mal», y mientras no caiga en la cuenta de lo incongruente que es que haya normas contrarias a «lo normal», es decir a lo habi...